Luka Modrić siempre ha sido un jugador optimista, siempre sonríe a todos. Esta vez, Modrić no pudo sonreír felizmente; tuvo que participar en la ceremonia de despedida en el Estadio Santiago Bernabéu. Como uno de los protagonistas de la ceremonia, este partido fue su última vez vistiendo la equipación Real Madrid.
Los jugadores y la afición del Real Madrid aplaudieron a Luka Modrić, y su familia también apareció en la cancha. Algunos aficionados presentes lloraron; su amor por Modrić lo superaba todo. Luka Modrić permaneció junto a su familia, con diversas emociones. Su alegría provenía de la ceremonia de despedida del Real Madrid, y su tristeza, de no poder ser miembro del equipo en el futuro. La próxima temporada, la alineación del Real Madrid no contará con Luka Modrić, y la Equipamiento Fútbol número 10 tendrá un nuevo dueño. Luka Modrić, presente en el estadio, se resistía a llorar, pero aún esperaba despedirse del Real Madrid con una sonrisa. Pero cuando su excompañero Toni Kroos lo abrazó, de repente no pudo contener las lágrimas. Las lágrimas de Luka Modrić no son para el Real Madrid; aún tiene que afrontar la cruel ceremonia de despedida.
Toni Kroos comprende muy bien los sentimientos de Luka Modrić, quien también tomó la decisiva decisión de retirarse el año pasado. Luka Modrić bajó la cabeza para asimilar sus emociones, pero sus lágrimas seguían cayendo en el Estadio Santiago Bernabéu. Ningún jugador puede controlar el tiempo; Luka Modrić encaró una vez el futuro del Real Madrid con una sonrisa. Ahora, Luka Modrić se despide del Real Madrid entre lágrimas y afronta un nuevo futuro. Al igual que sus excompañeros, se despedirá del Estadio Santiago Bernabéu.